Publicado: 14 de Noviembre de 2019
Las carretillas térmicas Baoli ofrecen altísimas capacidades de carga residual
A su ya conocida y excelente relación calidad-precio, Baoli añade a sus carretillas diésel unas capacidades de carga residual a la par de sus principales competidores europeos, y mucho más altas que el promedio de los fabricantes asiáticos.
Con capacidades de carga residuales excepcionales y una gran estabilidad en todas las operaciones de manejo, la gama de carretillas elevadoras KBD de Baoli marca nuevos hitos. Además de la excelente relación calidad-precio, posible gracias a la combinación de la tecnología e ingeniería alemanas del Grupo Kion con los costos competitivos de los productos fabricados en Asia, las carretillas diésel de carga frontal de Baoli cuentan con una capacidad de carga residual mayor que el promedio de los fabricantes asiáticos y a la par de los principales competidores europeos.
La carga residual muy alta a grandes alturas de las carretillas Baoli garantiza la máxima estabilidad del vehículo en todas las operaciones de manejo y, en consecuencia, la máxima seguridad del operario en cada situación. Como ejemplo, la carretilla Baoli Diésel KBD 30+ está homologada, como todos los demás vehículos de igual potencia, para elevar una carga nominal de 3.000 kg hasta 3,3 metros de altura. Pero, a diferencia de la mayoría de las otras carretillas, también puede levantar una carga de 3.000 kg hasta una altura de 5,5 metros. Una capacidad de carga residual excepcional, similar a los mejores productores europeos y muy superior a la media de los fabricantes asiáticos, cuyas carretillas con una capacidad nominal de 3.000 kg, a 5,5 metros de altura, generalmente tienen una capacidad residual promedio de alrededor de 1.600 kg.
La gran capacidad de carga residual a grandes alturas hace que las carretillas Baoli sean una opción no solo conveniente en términos de precio, sino también ventajosa en términos de rendimiento y seguridad. Por un lado, el cliente puede optar fácilmente por una clase de carretilla de menor capacidad – 35 en lugar de 40 toneladas – y que sin embargo, es capaz de garantizar un rendimiento igual a vehículos de mayor tamaño y en consecuencia más caros. Por otro lado, significa tener una carretilla sólida y estable, con estándares de seguridad muy altos, que permite que las diversas operaciones de manejo se realicen siempre con márgenes de seguridad muy amplios.